domingo, 30 de enero de 2011

kiss me tu


(cry baby, se debe ver)


Besos peligrosos, retorcidos y afilados,
besos generosos, puros y despreocupados,
y son muy elegantes tus besos perfumados,
besos frente al espejo mirándonos de costado. 

Besos vertiginosos, nunca demasiado largos,
besos demasiado tóxicos, a veces un poco amargos,
y son muy arrogantes tus besos descontrolados,
besos por cumplido, sucios besos apañados.

Besos que quedaron en el medio del camino,
besos milagrosos, besos santos y divinos,
los besos postergados, los besos reprimidos,
besos distorsionados por la memoria y el olvido.

Besos protegidos, condenados por la iglesia,
besos descontaminados de los que recién empiezan,
besos relajados de un tiempo muy lejano,
besos, malditos besos, libres de culpa y de pecado.


Besos en los cuerpos encendidos
de los cuartos apagados.

viernes, 28 de enero de 2011

100 días

En 100 días cambia todo...
Puede salir bien o puede ir mal,
pero lo importante es que al menos cambia.


"No se van en trenes con maletas de cartón pero llevan sus bienes más preciados: un portátil, un móvil de última generación regalado por un familiar o conseguido a base de una lucha de puntos sin cuartel. Suelen tomar un vuelo de bajo coste, cazado pacientemente en las redes de Internet. Se van a hacer un máster, o han logrado una mal llamada beca Erasmus que costará a la familia la mitad de sus ahorros. Otras veces van a hacer de au-pair, de auxiliar de conversación, o a cualquier trabajo temporal. La familia va a despedirlos a la puerta de embarque y mientras se alejan disimularán unos su pena y otros su incipiente desamparo. "Es por poco tiempo -se dicen-. Dominarán el idioma, conocerán mundo... Regresarán en pocos meses.
Hasta hace poco era un privilegio de los nuevos tiempos que les permitía gozar de una libertad sin límites, de un mundo sin fronteras, de una capacidad casi infinita de aprendizaje... Hasta que llegó la crisis y la maleta pareció distinta, la espera en la fila de embarque más embarazosa, la despedida más triste y el fantasma de la ausencia definitiva más cercano.
No. No llevan maletas de cartón, ni hay aglomeraciones en el andén de la despedida. No se marchan en grupo, sino uno a uno. Aparentemente nada les obliga. Ha sido una cadena invisible de acontecimientos. Estuvieron allí hace unos años, o tienen una amiga que les ha informado de que puede encontrar algún trabajo con facilidad. No pagarán mucho, eso es seguro, pero podrán ganarse la vida con cierta facilidad... A fin de cuentas aquí no hay nada.
Y se marchan poco a poco, sin alboroto alguno. Un goteo incesante de savia nueva que sale sin ruido de nuestro país, desmintiendo la vieja quimera de que la historia es un caudal continuo de mejoras.
No hay estadísticas oficiales sobre ellos. Nadie sabe cuántos son ni adonde se dirigen. No se agrupan bajo el nombre oficial de emigrantes. Son, más bien, una microhistoria que se cuenta entre amigos y familiares. "Mi hija está en Berlín", "se ha marchado a Montpellier", "se fue a Dubai" son frases que escuchamos sin reparar en el significado exacto que comportan. Escapan a las estadísticas de la emigración porque suelen tener un nivel alto de estudios y no se corresponden con el perfil típico de lo que pensamos que es un emigrante. Quizá en las cuentas oficiales figuren como residentes en el extranjero, pero deberían aparecer como nuevos exiliados producto de la ceguera de nuestro país.
En los tiempos de crisis que detallan cada euro gastado nadie computa los centenares de miles de euros empleados en su formación y regalados a empresarios de más allá de nuestras fronteras con una torpeza sin límites, con una ignorancia sin parangón. Menos aún se cuantifican el esfuerzo de sus familias, las ilusiones perdidas y sus sueños rotos en mil pedazos.
No llevan maletas de cartón, pero componen un nuevo éxodo que azota especialmente a Andalucía, que dispersa a nuestros jóvenes por toda Europa y gran parte del mundo, que nos priva de su saber, de su aportación y de su compañía. Pero, aparentemente nadie se escandaliza por esta fuga de cerebros, lenta pero inexorable, que nos privará de muchos de nuestros mejores talentos. Nadie protesta por esta nueva oleada de exiliados que son una acusación silenciosa del fracaso y de engaño. Se van en silencio por el túnel de embarque en el que les alcanzará la melancolía por la pérdida temprana de su tierra.
No son, como dicen, una generación perdida para ellos mismos. No son los socorridos ni-nis que sirven para culpar a la juventud de su falta de empleo. Son una generación perdida para nuestro país y para nuestro futuro. Un tremendo error que pagaremos muy caro en forma de atraso, de empobrecimiento intelectual y técnico. Aunque todavía no lo sepamos."
Fuente: EL PAIS 

miércoles, 26 de enero de 2011

qué depresión

No más baños en mi casa. Sólo duchas.

viernes, 21 de enero de 2011

tired


¿Y cuándo dejas de compensar y sólo relativizas...?
No me había dado cuenta que deben ir siempre de la mano.

martes, 18 de enero de 2011

la odio...


Sí sí, a esta chica de rojo tan maja y tan simpática que viene a verte todos los meses, la misma que hace que te quieras comer todo el chocolate-dulces posibles en un día y te vuelve emocionalmente inestable...... a esa, LA ODIO.

sábado, 15 de enero de 2011

con el mono...

... de mi pequeña Fiona y de sushi. Así que 1+1..... scappo, ni fiebre ni ostias.

miércoles, 12 de enero de 2011

domingo, 9 de enero de 2011

fin

...se acabó lo que se daba...

miércoles, 5 de enero de 2011

dos en una bota

Escapo al aeropuerto, alguien me espera en Ciampino...

domingo, 2 de enero de 2011

y después de un buen baño...

...pocas cosas mejor que con tu chico en una cama, un cupcake y dos cámaras.