No la dejaba,
no la dejaba nunca,
no la dejaba ni a sol ni a sombra.
No podía despegarse de ella, la debía acompañar a todas partes.
Quería cuidarla, protegerla siempre,
debía acompañarla en todo momento.
No podía separarse,
no quería hacerlo.
Ella se estaba volviendo loca.
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