Un día viviré en Roma. Él será un visual super cotizado y yo trabajaré en el departamento de "Marketing, Comunicación y Eventos" de alguna multinacional (gracias a mi inglés e italiano prácticamente perfectos, claro...). Además, podré comer todo lo que quiera sin engordar ni un solo gramo, y mi hija será monísima y bilingüe.
jueves, 8 de julio de 2010
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