Vale, ya es oficial, Valencia se ha convertido temporalmente en un campo de minas; y los niños en diminutos criminales (alentados por sus orgullosos padres que ven cómo se manejan ya sus vástagos con la mecha) a los que debes ir bordeando y esquivando por las aceras si no quieres que te jodan las medias.
Y aún quedan dos laaaaaaargas semanas por delante...
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